Sin embargo y debido a su situación, los mayas decidieron aprovecharla ganando de un modo artificial su superficie al mar.
Así, utilizando la abundante vegetación de los manglares y llevando tierra de un modo artificial, con el paso de los años, se conformó la isla de jaina tal y como la conocemos hoy.
Así, utilizando la abundante vegetación de los manglares y llevando tierra de un modo artificial, con el paso de los años, se conformó la isla de jaina tal y como la conocemos hoy.
La cultura maya jaina la podemos encuadrar entre los años 300 y 900 de nuestra era, y se puede hablar de ella de un modo particularizado, porque efectivamente, tuvo unos rasgos comunes que la diferencian de otras ramas de la cultura maya, de los cuales, a continuación, daremos los rasgos principales.
Así se han encontrado dibujos en diferentes colores en los que aparecen personajes de la vida social maya jaina: sacerdotes vestidos con ricos ropajes, jugadores de pelota, guerreros, campesinos… que conforman una sociedad teocrática gobernada por un señor o cacique con poderes en todos los ámbitos, religioso, administrativo y económico y militar, al que lo acompañaban los componentes de las clases más altas y los sacerdotes, ayudándole a gobernar.
En cuanto a las creencias de este pueblo decir, que su religión fue muy similar a la del resto de pueblos mayas, con una concepción politeísta que inundaba todos los aspectos de la vida. Era tal la importancia de lo religioso que con el paso de los años o incluso de los siglos, la isla se convirtió en una importante necrópolis o cementerio para las clases más pudientes de este pueblo y de los pueblos limítrofes. La originalidad de los enterramientos conforman un rasgo importante a destacar: así los adultos eran enterrados atados y a los niños se les introducía dentro de recipientes; los cuerpos eran rociados con cinabrio, y se les ponía una piedra de jade en la boca, acompañando al difunto con diferentes objetos que le ayudarían en el más allá.
Por lo que se refiere a las manifestaciones artísticas del pueblo maya jaina, decir que, destacaron por el uso de la cerámica policromada, así como por sus trabajos con conchas. Sin embargo lo que mejor caracteriza al pueblo jaina, son sus figurillas en cerámica que alcanzan una perfección digna de mencionar, sobre todo para la época en la que fueron elaboradas. Se trata de figuras de tamaño no muy grande muchas antropomorfas y algunas de ellas articuladas, en las que aparecen escenas de la vida diaria, pero en la que también están representados seres deformes, como enanos o jorobados que se les atribuye quizás un significado ritual o incluso de divertimento.